Caminaban siempre juntos, Enóc y Dios; vivían como amigos en dulce comunión. Un día estaban tan lejos de el hogar de Enóc, y Dios le dijo con tierna voz:" Te invito a mi mansión". Caminemos con el Señor, trás un hogar mejor. Caminemos con el Señor, viviendo su amor. Y como peregrino he decidido hoy seguir el camino que me de la salvación. Por sendas polvorientas mi Cristo pasó sanando al enfermo, dando al triste paz y amor. Solo era un peregrino en medio del pecar. Vino a mostrarnos la senda fiel que lleva al hogar. Caminemos con el Señor, trás un hogar mejor. Caminemos con el Señor, contemplando su amor. Durante la jornada y cruente dolor tenemos esperanza y poder en la oración. Pero cercano está el día cuando el Señor vendrá y con Jesús viajaremos al Celestial Hogar. Caminemos con el Señor, trás un hogar mejor. Caminemos con el Señor, viviendo su amor. Y como peregrino he decidido hoy seguir el camino que me de la salvación. Seguir el camino que conduce a la mansión de Dios