Cómprate un vestido largo y blanco Y en el pelo ponte un velo de tul Que los pétalos que lluevan sean blancos Y que estén blancas las caras De los que se ocupan de tu virtud Nuestro templo tendrá un techo cargado De estrellitas temblorosas de amor Y pondremos por testigo al mismo viento De la más bella herejía Que será ante todos Nuestra unión Y deja de llorar Ante el qué dirán Vive orgullosa de ser mi esposa Aunque no jures ante un altar La otra exhibirá un viejo papel Pero su cuerpo pasó de largo Sin dejar huella sobre mi piel Es hora de enterrar por siempre tus temores Que nadie se interponga ahora entre los dos Tú estás por encima del bien y del mal De murmuraciones, de tanta maldad Si sólo somos culpables de amar y amar Sólo de amar y amar