Mientras tus rodillas riegan la tierra El Espíritu y su cuchilla quitan tu orla, Descubrirás el rol de cada rodilla Y el Leviatán ya es un insecto. Te tallaré y perfumaré, Como el roble color de un libro viejo. Esculpo un destino oh puerta mía! Huérfanos eran ellos -Los que pasen por ti- Como hijos despertaron hoy Y por ti saltearon cuartos lúgubres; Ellos no caminan sino que corren. Detrás de ti los espera su Padre. -Soy el aliento de la pureza, Solté mi vaho en vos sobre la tierra El designio de tu nombre fue proeza Fluyó tu rostro fruto de mi escencia.