Nadie rebaje al ágrimo reproche De esta declaración de la maestría de Dios Que con magnífica ironía Le dio a la vez los libros y la noche Cada vez que me miro los pies Veo polvo de camino en mi cabeza veo canas de estrés Tal vez comprendas cual es mi procesión Va por dentro, por fuera soy todo corazón Con inspiración para llenar el renglón Un mes, y otro más, cumplo con mi profesión Ladrón de momentos, vividor del día después Contento de seguir, cansado como ves Yo sé del dolor de vivir sin fé En un lugar donde nadie se pregunta ¿Por qué? Empecé a rapear y pasé a ser un clichè Ya no quiero serlo más las medallas que gané El terreno que perdí es todo para ti No lo quiero para mi, volvería a ser un bebé Por besar al olvido y sus labios carmesí Iré al banco del tiempo y romperé mi pagaré Por querer contar estrellas como un indio en el desierto Aprendí a vivir de noche y a soñar siempre despierto (despierto) Mundo cruel amor incierto Guerra sin cuartel con el pecho al descubierto Yo soy lo que veo (si, si) Soy lo que leo (si, si) Soy lo que escucho yo lucho por lo que creo A veces me peleo con el tiempo, y otras le regateo Por un minuto mas en el recreo y así Vivo con la fiebre en la palabra Libre como una liebre y loco como una cabra (yo) Cuando escribo ya se sabe (que) Parece que no cabe (más) La pongo suave y fácil por la escuadra Y ni el cielo ni el infierno yo me quedo en tus caderas Viendo pasar inviernos y cuajando primaveras, verás Todo lo que quiero en esta jungla Es poder vivir cantando de la cuna hasta la tumba Cada vez que me miro al espejo y veo a ese niño Convertido en viejo y con mirada falta de cariño Desde el alma, comprendo que la vida no es un juego Y suelo caminar desnudo ante el fuego buscando calma Con canas en la piel del corazón, soy el ladrón De miradas de polvo de hadas en mi colección Suave seda, vivo en una luna de avellaneda Y ya no necesito hojas, necesito una arboleda Pa' escribir, todo aquello que nos quede sin decir Sin contar, sin vivir, de los adictos al sufrir Elixir de los poetas que sangran sus sentimientos Y que lloran por que no saben vivir estando muertos Los días pasan Los años pesan Extraños casan Los daños cesan Rebaños rezan a su guía, yo todavía temo a este horizonte Al que tantos le llaman vida y yo no se ponerle nombre (nombre) Cuál de los dos escribe este poema De un yo plural y de una sola sombra Qué importa la palabra que me nombra Si es indiviso y uno el anatema Grussac o Borges miró este querido Mundo que se deforma y que se apaga En una pálida ceniza vaga Que se parece al sueño y al olvido