Hemos recorrido las calles mas estrechas Hemos pisado las mismas aceras Acariciado las mismas esquinas Que tragaron nuestro amor Nos dieron cobijo los días de frío Fue el mismo aire quien sopló nuestro destino Los pasos gritaron en un tiempo ensombrecido Abrazados en un espejo Hemos pasado mil noches en vela Zapatos estrenados con la suela deshecha Lágrimas de sangre helando las venas Como único alimento Desleales amigos de juergas en lavabos Latidos débiles en otoños gastados Voces ya roncas arrastradas de antemano Al vendaval Y yo me pregunto por qué Y yo me pregunto por qué Están cansadas las yemas de los dedos De la luz negra, de tanto hielo Y en la cabeza el silbido del ruido quieto Desnudos y rotos nadamos por el suelo Si levantamos los brazos no es buscando el consuelo De este mundo enquistado en el miedo Vuestro miedo Y yo me pregunto por qué Y yo me pregunto por qué Y yo me pregunto por qué ... por qué