Arrabal que tiembla en sangrante filo Engrampado al pantalón Antes de cantar en trino Con la cinta del sombrero Desgastada por el sueño Que moría esperando todas las madrugadas No ensuciaba los zapatos con el barro Ni santiguaba las cruces con los dedos sucios Antes de tirar pinchazo por su ojo de cristal Era la luz del arrabal la que ponía el brillo... Ponía el brillo En esos momentos buscaba el silencio Y la faca acariciada por sus dedos Nácar blanco y granate mezclado Para colorear como el vino otra sangre Y después de la estrategia y el jaleo Mientras todos atendían al herido Un retoque de saliva por el pelo Y a buscar ese cuerpo tan querido Fue quizás el tiempo más divertido Cuando la vida no pesaba nada La roña se metía por las uñas Al pisar el barrio Y ese color era nuestro abrigo Pero igual de rápido llegaba ese momento Cuando la marca del hierro llamaba a tu puerta Y al salir a su encuentro se cruzaban Las noches de besos y de tormentas Que pa ti no estaban hechas de sueño