Quiero ver otra vez en tus manos el refugio, Ya no hay calidez en aquellos lugares Donde fuimos tú y yo alocados transeúntes De una vida errante y también inmortal. Cuéntame cómo es ahora tu vida, Dime qué fue de ti cuando no había salida, Sólo llanto en los ojos, vacío y mentiras Acavaron por romper nuestra pesadilla. Quemamos el aire, quemamos el cielo, Quemamos la dicha en un cenicero. Y esa manera que tenías de amar Siempre llegaba el primero. Me distes muchas cosas y todo se esfumó, Se consumió por el suelo. Y nos dimos cuenta tarde que lo único que arde Son nuestros propios cuerpos. Cuéntame como son ahora las caricias, Que tu piel templará y casi adormecida Jugará a volver a la edad de una chiquilla Que no tiene miedo a nada, Grabado en su pupila. Otro corazón que te espera, Te espera otro corazón.