Vente conmigo a la feria donde vivo, Que en este tirapichón está mi corazón colgao de tres palillos, Que siguen mojados para resbalar, Y los dos juntos cruzaremos cada charco, Nos beberemos los mares que quisieron encallarnos Y, en el filo de la misma navaja, Sin que importe nada, podremos bailar, Que no me da la gana vestirme de gala Para demostrarle a nadie lo que valen mis palabras, Prefiero ser el macarra que alimentas Con caricias de tus manos y miradas, Que los temblores son el resto de la ansiedad, Los calores son el sofoco que me dan mis pulmones De nicotina y alquitrán donde el aire no puede pasar, Dime si puedes sentir el sonido del latir De algún corazón de piedra, No podrán cortar los hilos de las vidas perdidas Con un cierre de tijeras, Y cuando quieras ven por mí, verás que me importa un huevo Arrastrarme por el suelo y mandar a tomar por el culo el porvenir, Y yo aquí te esperaré, prescindiendo del quehacer, Cuando ya no queden ganas De luchar con mi locura, que sólo le quedan dudas Del qué pasará mañana, Dime si puedes sentir el sonido del latir De algún corazón de piedra, No podrán cortar los hilos de las vidas perdidas Con un cierre de tijeras, Y cuando quieras ven por mí, verás que me importa un huevo Arrastrarme por el suelo y mandar a tomar por el culo el porvenir, Que mi cosecha se la coman los gusanos, No quiero ná de lo que sembré y en cambio sigo en pie, Matando colillas, quitándome astillas cada amanecer, Seguiré andando entre huesos y calaveras Mientras un ciento de buitres van rodando mi cabeza, No saben los hijos de perra que estando a tu vera no puedo perder.