Día en día Cristo está conmigo; Me consuela en medio del dolor, Pues confiando en su poder eterno, No me afano, ni me da temor. Sobrepuja todo entendimiento La perfecta paz del Salvador. En su amor tan grande e infinito Siempre me dará lo que es mejor. Día en día Cristo me acompaña Y me brinda dulce comunión. Todos mis cuidados Él los lleva; A Él le entrego mi alma y corazón. No hay medida del amor supremo De mi bondadoso y fiel Pastor. Él me suple lo que necesito, Pues el Pan de vida es mi Señor. Oh Señor, ayúdame en este día A vivir de tal manera aquí Que tu nombre esté glorificado, Pues anhelo honrarte solo a Ti. Con la diestra de tu gran justicia Me sustentas en la turbación. Tus promesas son sostén y guía; Siempre en ellas hay consolación. "Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios El Dios de nuestra salvación." Salmos 68:19