Mis ojos a los montes al redor levantaré; ¿De dónde, pues, socorro salvador Alcanzaré? De Dios, el cual mi ayuda preparó; De Dios, Quien cielos, tierra y mar formó. Con Él tu pie no puede resbalar: te Sostendrá. El que te vela siempre sin cesar, te Guardará. No duerme Dios; Él te protege fiel; Así guardó al pueblo de Israel. En Jehová, tu eterno Guardador, sombra Hallarás; De todo mal Jehová tu Defensor, te Amparará. El sol de día mal no te ha de hacer, Ni mal la luna en su anochecer. A tu alma Dios, tu Rey, preservará, de todo Mal; Tu entrada y tu salida, guardará el Eternal, Él a Quien adoramos en verdad Nos guardará por toda eternidad. Amén.