Yo te bendigo, oh mi Redentor, Tú la confianza de mi corazón; Ya que sufriste por mi condición, Quita mis penas, quita mi temor. Tú eres Rey de gracia y perdón; Omnipotente reinas por doquier; Señor Jesús, domina nuestro ser; Tu luz alumbre siempre el corazón Eres la vida, nuestra inspiración; En ti descansa todo mi querer; Sostén nos siempre por tu gran poder; Y en la prueba danos protección Tu providencia guarda del azar En esta corta vida terrenal; Otra esperanza no hay para el mortal; Tus fuerzas siempre nos harán triunfar. Amén