En una escuela de Lonquén Sin bancos y sin ventanas Un niño aprende con ganas Los números del 1 al 100. La madre siempre el sostén Fue cantora y cocinera Con ella la vez primera En escuchar la tonada. Amanda como si nada Va cantando la quimera Se le ha escapado un suspiro Entre el murmullo del agua Canto que cuando se fragua Brota por anchos caminos.