Ya no estoy ya no estás ya me fui ya te vas Ya mi pecho mostró tanta historia detrás No sabía sufrir no sabía llorar No creía tener que añorarla de más Aparece el dolor de una pena de amor Imposible desviar la cabeza del mal Por suerte te encontré a la orilla del mar Me supiste escuchar me pude enderezar Y así desenredar laberintos de sal Gracias por tanta tibieza por tanta delicadeza Gracias por estar al tanto de mi vida y cuando estás Cerca mío y así pudiendo yo te hablar Vos y tu corazón sabiendo consolar Se renueva mi amor por tu forma de dar