Esta pena mía no tiene importancia, Solo es la tristeza de una melodía, El último ensueño de alguna fragancia; Que todo se muere, que la vida es triste; Que no vendrás nunca por más que te espere; Que ya no me quieres como me quisiste. No tiene importancia, yo soy razonable; No puedo pedirte ni amor ni constancia; Ni es mía la culpa de no ser variable; Qué valen mis quejas, si no las escuchas; Y que mis caricias desde que las dejas; Quizas despreciadas porque fueron muchas. Esta pena mía, que es mía, muy mía;
No es más que la sombra de alguna fragancia; No es más que el recuerdo de una melodía; Ya ves que no tiene ninguna importancia.