Ya no vive nadie en ella A la orilla del camino silenciosa está la casa Se diría que sus puertas se cerraron para siempre Se cerraron para siempre sus ventanas Ya no vive nadie en ella A la orilla del camino silenciosa está la casa Se diría que sus puertas se cerraron para siempre Se cerraron para siempre sus ventanas Gime el viento en los aleros Descorónanse las tapias Y a sus puertas cabecean combatidas por el viento las acacias Combatidas por el viento las acacias Dolorido Fatigado de este viaje de la vida He pasado por las puertas de mi estancia Y una historia me contaron las acacias Todo a muerto La alegría y el bullicio Los que fueron la alegría y el calor de aquella casa Se marcharon unos muertos y otros vivos que tenían muerta el alma Se marcharon para siempre de la casa