Eran cien ovejas Que había en el rebaño Eran cien ovejas Que amante cuidó Pero en una tarde Al contarlas todas Le faltaba una, le faltaba una Y triste lloró Las noventa y nueve Dejó en el aprisco Y por las montañas A buscarme fue Me encontró llorando Temblando de frío Ungió mis heridas, Me cargó en sus hombros Y al redil volvió ♪ Esta misma historia Vuelve a repetirse Hay aún ovejas Que errabundas van Vagan por el mundo Sin Dios sin consuelo Sin Dios sin consuelo, sin Dios sin consuelo Y sin su perdón Pero todavía Existen pastores Que por las montañas A buscarlas van Luego que las hayan Las traen al camino Al camino santo, de verdad y vida Que es Cristo el Señor Me encontró llorando Temblando de frío Ungió mis heridas, me cargó en sus hombros Y al redil volvió