Becho toca el violín en la orquesta, Cara de chiquilín sin maestra, Y la orquesta no sirve, no tiene Más que un solo violín que le duele. Porque a Becho le duelen violines, Que son como su amor, chiquilines; Becho quiere un violín que sea hombre, Que al dolor y al amor no los nombre. Becho tiene un violín que no ama, Pero siente que el violín lo llama, Por la noche como arrepentido, Vuelve a amar ese triste sonido. Mariposa marrón de madera, Niño violín que se desespera, Cuando Becho no toca y se calma, Queda el violín sonando en su alma. Porque a Becho le duelen violines, Que son como su amor, chiquilines; Becho quiere un violín que sea hombre, Que al dolor y al amor no los nombre. Vida y muerte, violín, padre y madre; Canta el violín y Becho es el aire, Ya no puede tocar en la orquesta, Porque amar y cantar eso cuesta. Lararalararailalalaila...