El era un ser despreciable Desde pequeño pegó alto Y al mundo irritaba con su voz desagradable Por eso no le importaba Porque era malo como el sebo Y como tenía pasta el cabrón Se dedicó a joder la marrana De la noche a la mañana Alguno ya lo aguantaba A cambio sus chanchullos financiaba Como tenía pasta el cabrón La pasma lo respetaba Y sus trapiches ni tocaban Era un jodido trepalari de nacimiento Que regaló a sus enemigos pies de cemento Y nunca se los calzaba él Porque no tenía huevos El, si él Un ser despreciable Un ser respetable Uno más entre nosotros En este loco mundo