El verano se fue Pero tú llegaste a mí, Furioso el viento del norte Ruge helando todo, Mas a mí no me importa Teniéndote a mi lado, Tu dulce y cálido aliento Protege mi reposo. Aunque el bosque esté desnudo Y los pájaros no canten, (Menos algún pajarraco que canta). Aunque el día sea más corto Y los campos estén blancos, Desde el momento en que te vi Para mí ya es primavera, Mi corazón se ha desbocado Y eres tú la que me altera. Eres un hada, eres un duende, Eres la diosa de las flores. Has disipado todas mis brumas, Llenas mi vida de mil colores. -Sí, mis cuates, así era aquella chava que conocí en la floristería. -¿Era cálida? ¿Era cálida? -¿Cálida? Era pura catalítica. -Ajuya. -Éntrale, torpón, éntrale.