La noche se te cuela en la razón Y te ves negando el sol Desvives lo vivido y tienes sed Muertecita en un café. Porque tú no te mueres y a la vez Tienes intención de ayer Colgando de una silla Hablándole a la pared. En un cafetín de la ciudad Muerte chica y olvidar Un escalofrío y otra verdad En el tacto del cristal. Sentado, estás sentado desertor De la vida y del mundo Con tu pequeña muerte Madrecita del dolor. Muere ensimismado en un café Tres minutos y después La vida te recobra Con un toque de alfiler. -¿Qué es lo que me queda por perder?- (Dices hamacándote) Dices: -Se me pasa a fin de mes, Descifrándote los pies. Después te levantas y te vas A la calle y su espiral... Pero algo que te olvidas Y no quieres recordar Por tus ojos te mira Desde dentro de ese bar.