Hay una mujer Hermana del cielo, la tierra, y el mar Delirio de estatuas nocturnas Difícil de amar Recluta de flor Requiere apretones para respirar O al menos de un beso Que no la quiera abandonar Y ya lo he encontrado Aprendió a cantar La historia de un ave Y de un pensamiento morado Y se ha enamorado Hay una mujer Que hizo mi espera una daga mortal Y el vino volvió en una pócima Para llorar Ella desnudó su cuerpo Quizás fue un presagio estelar Durmió como fauna extinguida Y ahogado coral Más despertaría Como un animal Huyendo a la selva y el río Que son su alegría Nos sorprendió el día Hay una mujer Que vive apartándose del camino Y deja un fantasma que ronda El de paz y el de amor, como yo De noble querer Te dice al oído: "sé peregrino" Y yo tan ingenuo, exclamo "¡Que vida mejor!" La de andar viajando Pobre del cantor Construye una historia, la muele Y sigue inventando Se va suicidando Hay una mujer Que despierta con violencia de los sueños Reloj bullicioso, temblor Juerga de fin de mes Te apura los pies Y frente al ascenso, hágase el empeño Y aunque esté oscuro, muy claro El camino se ve Ojitos de luna Arcilla por piel Quisiera un bebito arrullarse En tan suave cuna Cubierto de bruma Hay una mujer Autodestructiva, fotógrafa amante Guerrera en silencio Vigía de gente sin Dios como yo De noble querer Brindada y esquiva, buena caminante Y um hombre ni bueno ni malo Sin decir adios Le llueven palabras Árboles y lirios Y un fin de semana Que de recordarlo acalambra Días de Alejandra