Yo ya no pienso en el dinero que me falta, sólo me importan las sonrisas que te debo, Ya no transito por la calle de la culpa, Ni soy el mar ni soy el pez ni soy el cebo. No me interesan las verdades absolutas, Voy deambulando entre mentiras relativas, Soy un adicto a la cuestión irresoluta Y la respuesta me parece improductiva. Hice castillos en la arena del futuro, Pero ahora vivo en la morada del presente, He cultivado en su jardín bajo un conjuro Para que crezca imperturbable mi simiente. Algo que una vez oí explicar Es que la meta más difícil de alcanzar No es la riqueza ni el poder. No se trata de algo material, no es ningún título de la universidad, no está en buscar, está en el ser. No hay que cambiar ni perseguir, sólo es Estar, sólo es sentir, la más difícil de entre las Metas es ser feliz. (BIS) Hoy mis latidos se conectan con el monte mientras los ríos se diluyen con mis venas, bajo mis pasos se acomoda el horizonte, mis alegrías no discuten con las penas. Siento la vida como un ticket de ida y vuelta, voy de visita, cual turista entrometido, ya no le tengo ningún miedo a abrir la puerta, ganas me sobran si es que el paso está prohibido. He procurado rechazar lo innecesario y desear poco lo poco que deseo, nada hay que busque más allá de mi inventario ni soy esclavo de las cosas que poseo. Algo que una vez oí explicar Es que la meta más difícil de alcanzar No es la riqueza ni el poder. No se trata de algo material, no es ningún título de la universidad, no está en buscar, está en el ser. No hay que cambiar ni perseguir, sólo es estar, sólo es sentir, la más difícil de entre las metas es ser feliz. (BIS)