Sonrisa de algodón Que te estiras Con la belleza del mundo. Oscuro brillo imposible En cuya estela me hundo. Piel de melocotón, Bálsamo para mi músculo Iracundo. Halago imprescindible En mi entorno nauseabundo Laguna de chocolate, Atrapado voy En tu denso oleaje. Busco un corazón del almendra Bajo el mar de tu ropaje. Ensalada de aguacate, Callado instante De ternura salvaje Delirio voraz que engendra La explosión de mi lenguaje. Y que sepas que te quiero Pero tanto, tanto que, Te quiero libre, Libre conmigo o de mi, Así, como tu alma vibre. Ayúdenme -vocifero- Y tráiganme Agua hervida y jengibre, Que quiero gritarte y sentir Que te quiero Pero libre. Vigor de roble lozano Que muestra en sus ojos Su viva corteza. Copa colmada de hojas Donde vive mi cabeza. Luz en el sendero arcano Que lleva a buen puerto Mi naturaleza. Mente que no se acongoja Frente al camino que empieza. Plenilunio de tomate, Noche que pica Como la salsa brava Una vida en un segundo, Un segundo que no acaba. Aliento tras el combate En esta arena que la vida socava. Canto místico y profundo Que jocundo, se me clava. Y que sepas que te quiero Pero tanto, tanto que, Te quiero libre, Libre conmigo o de mi, Así, como tu alma vibre. Ayúdenme -vocifero- Y tráiganme Agua hervida y jengibre, Que quiero gritarte y sentir Que te quiero Pero libre. Y que sepas que te quiero Pero tanto, tanto que, Te quiero libre, Libre conmigo o de mi, Así, como tu alma vibre. Ayúdenme -vocifero- Y tráiganme Agua hervida y jengibre, Que quiero gritarte y sentir Que te quiero Pero libre, Pero libre.