En la punta de los dedos Te sentí poco después del primer llanto Como una luz inalcanzable en mi película infantil sufrí tu encanto Pero las huellas de tu esencia Se perdieron fugazmente en aquel día En que mis límites crecieron en los muros de una triste guardería Sin más tardar, salté la valla Y perseguí tus escondrijos sin acierto Ya que la vida me hostigó y me maltrató tanto que al fin no me dio tiempo, no No me dio tiempo Luego creí que estabaís cerca Y nuevamente me propuse dar contigo Pero vinieron con sus normas, sus absurdos protocolos y castigos Y me impusieron la rutina Con los hábitos de estudio y los quehaceres Y mis dientes se cayeron y mis tardes se llenaron de deberes Así pues, una vez más Aun siendo el eco de mis breves pensamientos Los avatares de la vida me pesaron demasiado y no dio tiempo, no No dio tiempo Una mañana abrí los ojos Y te vi tras la ventana de mi mente Me levanté y corrí derecho a abrir mi pecho para ser tu confidente Pero las prisas siempre fueron Persistentes enemigas de la suerte Y así seguí siendo un esclavo bajo el yugo de lo yermo y de lo inerte Llegaron leyes y prejuicios El alcohol, la rebeldía, el retraimiento Le di mis besos, me escupió, sufrí el acné, me salió pelo y no dio tiempo, no No dio tiempo Conocí pronto a las ideas Y con ellas otra vez seguí tus pasos Creí ganarle la batalla a las cadenas que me ataban al fracaso Pero resulta que las ideas Son traicioneras, opresivas y embusteras Me pusieron aún más normas, me acosaron con discursos y banderas Me tapiaron los oídos Me tiraron a los ojos un ungüento Me metieron calcetines en la boca, me perdí y no me dio tiempo, no No me dio tiempo Poco después me reanimaste Con el rastro inconfundible de tu aliento Y las ideas al fin fueron dominadas por el libre pensamiento Y me esforcé por encontrarte Estuve a punto de agarrarte por el cuello Pero me dieron un empleo, tuve un hijo, me casé, y perdí el cabello Y me agoté, y me fui a la cama Y la barriga comenzó a invadir mi cuerpo Me puse gafas, me quejé de los dolores en mi espalda y no dio tiempo, no No dio tiempo Y por fin, al jubilarme Empleé mi tiempo libre en atraparte Te tuve cerca y mucho más de lo que alguna vez sentí tenerte antes Pero la tele me absorbía Y abusaba del alcohol y del reposo Y mi mujer pidió el divorcio, y me vi solo con mi llanto quejumbroso Así pues, caí enfermo Y me di cuenta de mis tristes argumentos La retahíla que empleaba como excusa para andar perdiendo el tiempo, no Perdiendo el tiempo Al final, mientras moría Te acercaste a la camilla en que yacía Y me diste una verdad que ciertamente ahora llegaba algo tardía Me dijiste: "soy tú mismo" Y aquí estuve, como ves, siempre a tu lado Pero tú me rechazaste al aceptar un porvenir prefabricado Hoy por hoy, desde mi tumba Ya no sé lo que buscaba, no me acuerdo Solo sé que ya es muy tarde y que ahora sí que sé de cierto que no hay tiempo, oh, no Ya no hay tiempo