Mi mensaje es de paz, porque me rindo, porque me largo, ya no me encargo del odio y el resentimiento. Me mudo, me cambio, me voy herido y descalzo, mi cara está partida pero no mi lamento, no cargo el odio ni el resentimiento. ¿Quién no se rinde alguna vez en la vida? No muere y quien no muere no ha nacido todavía, no muere y quien no muere no ha nacido todavía. He soltado la cuerda y me he roto contra el suelo, pero me siento nuevo y mi mensaje es de paz. Voy a saltarme las normas, abandono el duelo, doy la cara ya no siento miedo ni pesar, me siento nuevo y mi mensaje es de paz. ¿Quién no se rinde alguna vez en la vida? No muere y quien no muere no ha nacido todavía, no muere y quien no muere no ha nacido todavía. Sólo tengo mi vida, floto como las algas, dejaré que las olas me arrastren y me lleven. Me entrego al vaivén y allá donde mi cuerpo caiga, será un bello mensaje de paz para la gente. Que en las olas me arrastren y me lleven. ¿Quién no se rinde alguna vez en la vida? No muere y quien no muere no ha nacido todavía, no muere y quien no muere no ha nacido todavía. Algunos me criticarán, ya lo hacían antes. Otros quizás me odiarán tanto como a sí mismos. Yo caminaré, lleno de amor solo y errante por tí, por la vida, por la luz sin espejismos, me odiarán tanto como a sí mismos. ¿Quién no se rinde alguna vez en la vida? No muere y quien no muere no ha nacido todavía, no muere y quien no muere no ha nacido todavía.