Me di el freshie, me fui esmandao en Yoshi Con Palestina ¿como Messi? Hoy yo tiro los penales Ojalá vengan las yales, se pompeen, reconozcan Y organicen como tales. Hoy yo trato y si me sale A Agapito no le vale. Que me pague los bolígrafos Que la Marina limpie el reguero en el polígono Que el oxígeno, hace tiempo entró al mercado Yulín se volvió a casar, mi primo gay no puede Wanda Rolón en su Mercedes no se lo concede Hoy que no se me quede, el repaso y no lo lea Se me olvide que el declive siempre nos planteó pelea Que siempre son pobretones los vendedores de CREA Que sea la Paz entre pueblos, guerra entre clases Jip-Jop combativo. Poder para las bases Tiraera entre intereses, gargantas consigneras En el rap como trinchera dentro de la clase obrera Suenan hookas y bazukas tras mi nuca Los buenos son los pocos Todos somos un teco tras un seco Suenan hookas y bazukas tras mi nuca Los buenos son los pocos Todos somos un teco tras un seco Cosas pasan por mi cabeza mientras resineo la pieza Soy presa en esta selva me asecha propaganda cual maleza En el mundo de los ciegos al tuerto lo dan por loco No soy el mejor, soy el señor de los por pocos Piedra preciosa, es la que vuela al policía Mejor si va acompañada de gritos de rebeldía De las bocas de los rostros tras las telas de ticheres Consignas clasistas retumbando en los amperes Empeoro, si espero. Me amparo en el lapicero Su semántica y libreta es to'a semen y casquetas Menos mal que los hashtags validaron las #puñetas Sindicato pa' las putas. To's los lunes piquete Que iglesias no se metan en lo que no le compete Que la ley más que respete, que intervenga Pa' que nadie tenga que venderse por billete Carajo y cuanto antes que expire este sonsonete Suenan hookas y bazukas tras mi nuca Los buenos son los pocos Todos somos un teco tras un seco Suenan hookas y bazukas tras mi nuca Los buenos son los pocos Todos somos un teco tras un seco Suenan hookas y bazukas tras mi nuca Los buenos son los pocos Todos somos un teco tras un seco Suenan hookas y bazukas tras mi nuca Los buenos son los pocos