Jazmín Azul trenzó a su pelo Inés Va radiante en la corona que hizo a Lisette Inquieta sube a preguntar por quién. Será hoy su madre o abuela vendrán a ver Quedo esperándolas al atardecer Un mar de lágrimas Su trenza espiga hay que deshacer, hay que deshacer Gritando aún, no parece entender Amarra sus manos fuerte también los pies. Tomás, Jesús, Carmen, María y José. Han vuelto a estos brazos, dejados por cuarta vez No han visto fábulas. Esta es su niñez. Mirando estáticas puertas de papel, no sirve correr, no sirve correr Cubre su lánguida y triste palidez Enciende la sátira de este mundo cruel Esconde cada página de su timidez Y ve el jazmín caer, déjalo caer de su pelo, Inés. Déjalo caer