Cuando se ponga mansa la luna y pueda con el misterio De los barrancos que vuelven negro mi corazón Cuando se aclare el golpe que da ese puño que nos delata Contra la aurora venida al diente con el dolor Voy a buscar descanso en los nueve giros de mi saliva Chupando el aire que nos abriga de cuello entero en la soledad Rompe con otro ristre la ceremonia donde la cara No es más que el pozo donde arrojamos la eternidad Faltan más de mil años para que llegue a galope lento Lo que la historia nos dio por cuentos de mal andar Duro el oficio amargo de andar por versos cuando la lengua rechina Seca de pormenores de grito y luto lamiéndose