No venga a tasarme el campo Con ojos de forastero Porque no es como aparenta Sino como yo lo siento. Yo soy cardo de estos llanos Totoral de esos esteros Ñapindá de aquellos montes Piedra mora de mis cerros Y no va a creer si le digo Que hace poco lo comprendo. Debajo de ese arbolito Suelo amarguear en silencio Si habré lavado cebaduras Pa intimar y conocerlo. No da leña ni pa un frio No da flor ni pa remedio, Y es un pañuelo de luto La sombra en que me guarezco. No tiene un pájaro amigo Pero pa mi es compañero. Pa que mentar mi tapera, velay Velay, si se está cayendo, Le han rigoreau los agostos De una ponchada de invierno. La vi, la vi quedarse vacia, La vi... la vi poblarse e recuerdos, Sólo por no abandonarme Le hace pata ancha a los vientos Y con gotera de luna, Viene a estrellar mi desvelo. Mi canto conserva cosas Guardadas en su silencio, Que yo gane campo afuera Que yo perdí tiempo adentro. No venga a tasarme el campo Con ojos de forastero, Porque no es como aparenta, sino, Como yo siento. Su cinto no tiene plata... Ni pa pagar mis recuerdos.