Una mañana puedo despertar Desconocerme en el espejo Puedo sentirme fuera de lugar Como un doliente en un festejo Quizá me olvide de la calidez De mi apellido, de tu fama Y pierda el mundo toda validez En las cobijas de mi cama Y me aventure a desnudarme Gritar mis broncas y mis miedos Dejar de aparentar lo que no soy Aunque me duela defraudarte Una mañana puedo enmudecer Meter mi voz bajo la almohada Oír los pasos del amanecer Entrando sin decirme nada Tal vez incendie una camisa más Con la energía de mi alma Y olvide el cuento de sobrevivir Para vivir con las entrañas Y tome el taxi de los sueños Que no haga pausa en el camino Viajar rumbo al no sé, a puro corazón Levar el ancla y arriesgarme