Los caminos de esta vida terrenal Me han mostrado tanta pena, No eran más que ilusión, Solo un viaje a cualquier parte y nada más, Mis heridas no acaban de sanar. Caminando por la vida comprendí que Mis fuerzas no bastaban para andar, Por un mundo frívolo, ¿Y es que acaso precisaba de alguien más? ¿De una ayuda para continuar? Y esa ayuda fue Jesús que me encontró, Nadie como él jamás me amo, Nadie pudo darme tanta luz, Nadie con su toque me sanó, Como pudo hacerlo mi Jesús. Si tú vagas por la vida sin razón, Si tu carga es muy difícil de llevar, Y si has perdido tú el camino, Y no sabes ni siquiera a donde ir, Precisas su mano para andar Y esa mano es la de mi salvador, Nadie podrá darte tanto amor, Tanta fortaleza tanta luz, Nadie tus hedidas sanara, Como pudo hacerlo mi Jesús. Como pudo hacerlo mi Jesús.