Vino el hijo del hombre a buscar, lo que se había perdido
Lo que nadie quería,
Que nadie aprecio,
Lo que nadie estimó con valor,
Su delicia estaba en los hombres.
En lo vil de este mundo,
No necio del mundo, eso fue lo que El escogió.
Salvador de mendigos y ruines,
De las almas que no ven la luz,
En el medio de los despreciados
Mostraste tu gloria bendito Jesús,
Gracias por no escoger a los sabios, sino aquel que te anhela seguir
Y vivir corazón quebrantado, me has tocado y he vuelto a vivir.
Ahí estaba Él lavando los pies del pescador más indigno,
Poniendo sus manos,
Calmando el dolor,
Creando la imagen de Dios
Su delicia estaba en los hombres,
En lo vil de este mundo,
No necio del mundo,
Eso fue lo que El escogió.
Salvador de mendigos y ruines,
De las almas que no ven la luz,
En el medio de los despreciados mostraste tu gloria bendito Jesús,
Gracias por no escoger a los sabios
Sino aquel que te anhela seguir
Y vivir corazón quebrantado,
Has tocado y he vuelto a vivir.
Con lo necio humillaste a los sabios,
Con lo vil demostraste el poder,
Con lo débil venciste a los fuertes
Y a lo que es con lo que no es
Vino el hijo del hombre a buscar,
Lo que se había perdido
Lo que nadie quería,
Que nadie aprecio,
A los hombres tales cual soy yo
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