Qué hermosas son las manos Del humilde labrador Que se sumen en la tierra Que trabajan sol a sol Qué bonitas son las manos De una novia en el altar Y que tristes son las manos Que van en un funeral Diga usted si hay más ternura Que se pueda imaginar Que en las manos pequeñitas De los niños al rezar Toda aquel que tenga madre No podrá jamás negar Que las manos de una madre No se pueden comparar Y aquel que, aquel que no la tenga Que, que perdone mi canción Es que yo quiero hablar de manos santas Manos santas y para mí las de madre, sí, esas son Pero hay manos que son garras Cegadas por la ambición Que ordenan, "¡A la guerra!" Y causan desolación Pero hay dos manos que el hombre Hay dos manos que el hombre hace tiempo ya olvidó Son manos, son manos que fueron golpeadas Humilladas por el odio, el rencor Son manos que hicieron milagros Son manos que dieron amor, por favor Miren bien, quiero que vean Pues son las manos de Dios