¡Cuán gloriosa será la mañana! Cuando venga Jesús el Salvador Las naciones unidas como hermanas Buenvenidas daremos al Señor. No habrá necesidad de la luz, del esplandor Ni el sol dará su luz, ni tampoco su calor Ahí llanto no habrá, ni tristeza ni dolor Porque entonces Jesús el Rey de Gloria Para siempre sera el consolador. Esperamos la mañana de gloria Para dar la bienvenida al Dios de amor Donde todo sera color de rosa En la santa fragancia del Señor. No habrá necesidad de la luz, del esplandor Ni el sol dará su luz, ni tampoco su calor Ahí llanto no habrá, ni tristeza ni dolor Porque entonces Jesús el Rey de Gloria Para siempre sera el consolador.