Dicha grande es la del hombre Cuyas sendas rectas son Lejos de los pecadores Lejos de la tentación A los malos consejeros Deja, porque teme el mal Huye de la burladora Gente, impía e inmoral Antes, en la ley divina Cifra su mayor placer Meditando día y noche En su divinal saber Éste, como el árbol verde Bien regado y en sazón Frutos abundantes rinde Y hojas que perennes son Cuanto emprenda es prosperado Duradero le es el bien Muy diversos resultados Sacan los que nada creen Pues los lanza como el tamo Que el ciclón arrebató De pasiones remolino Que a millones destruyó En el juicio ningún malo Por lo tanto, se alzará Entre justos congregados Insensatos nunca habrá Porque Dios la vía mira Por la cual los suyos van Otra es la de los impíos Al infierno bajarán