¿Sabes dónde hay una fuente Pura, de divino amor Cuyas aguas celestiales Manan con ferviente ardor? Esa fuente inagotable De eficacia y de valor Es el dulce Jesucristo El precioso Salvador Es Jesús la viva fuente Donde he apagado yo Esa sed, que consumía Mi cuitado corazón Esa Fuente siempre pura Nunca su cristal perdió Y sus aguas refrescantes Se te ofrecen, pecador Si sediento y fatigado A Jesús, la fuente, vas Satisfecho y aliviado Al momento quedarás Es Jesús la viva fuente Donde he apagado yo Esa sed, que consumía Mi cuitado corazón ¿De las fuentes mundanales Has bebido sin hallar Lo que tu alma tan turbada Deseaba allí encontrar? ¡Pues escucha, presta oído! Jesucristo te dirá "Él que de mis aguas beba Nunca ya más sed tendrá" Es Jesús la viva fuente Donde he apagado yo Esa sed, que consumía Mi cuitado corazón ¡Oh, recibe, pues, su oferta! ¡No rechaces, no, su amor! Dile: de esas aguas dame Y sabré su gran valor Sin dinero y sin precio Se te ofrece este don Vida eterna, paz y gozo ¡De tus culpas el perdón! Es Jesús la viva fuente Donde he apagado yo Esa sed, que consumía Mi cuitado corazón