Se hartó de andar sangrando sobreprecios por visiones Que al cabo no colmaban cuero ni virtud Y quiso desandar los pasos tras de sí Al brío que una vez lo urgió a partir Dio caza a los pendientes que arreciaban en sus hombros Y comenzaban a impedirle despegar Se convidó a brotar, a ver arder la cruz A transformar el luto en altitud Puñales de tinta maleva A lomos de un vendaval Tronando desde el sur Del barro a la luz de la inmensidad Prefiere las honradas ovaciones que las pulgas Desde la espalda de su amigo dan de pie A quedarse a mirar bajo la cenital Sus planes desangrarse y perecer Sospecha que esta vez de nada valen sus precintos Que el daño no será tan fácil de enmendar Sonríe al aferrar su mano antes de andar Las altas costas de la libertad Puñales de tinta maleva A lomos de un vendaval Tronando desde el sur Del barro a la luz de la inmensidad Puñales de tinta maleva A lomos de un vendaval Tronando desde el sur Del barro a la luz de la inmensidad