(...Terminan en una tragedia amorosa Internados en una clínica...) (...Uno oriundo de Lobería, el otro de Balcar...) (...Dos camioneros que decidieron hacer un alto en el camino Y regalarse un ratito de amor...) Noche fría, helada, de doble frazada, De whisky caliente, de saco en los pies. El tácito mar, presente, regala su brisa, Su escarcha salada y él, sin manada, Solo, en su trono de rey. La ruta le pertenece, la cruz del bendito se mece, El frío le corta la piel. Una foto de tierras lejanas Le muestra a su jermu en la cama. Van dos meses de la última vez. Se lo ve venir de lejos Como un toro embravecido. Maneja su enorme navío Por las rutas asfaltadas De nostalgia y de dolor. Y por el carril opuesto Mismo oficio, misma historia. Un corazón anhelando Solo un poco de pasión. Se hacen luces cruzando las miradas. La risa frunce sus caras y se invitan a matear. Comparten un aguardiente, un cálido encuentro, No hay miradas moralistas, la sopa ya está lista. ¿Quién se la va a morfar? La pasión inunda la cabina. Ya no hay gel pero hay gomina. Se desata el vendaval. Pero el frio tan omnipresente Baja el calor de repente y los hace abotonar. Sin un alma a la vista, cuenta el diario en su pregón, Se dijeron al unísono "¡Ay! Llamemos al patrón" Se lo ve venir de lejos Como un toro embravecido. Maneja su enorme navío Por las rutas asfaltadas De nostalgia y de dolor. A la vera del camino Nació esta dulce historia. ¡Qué incapaz es la memoria De olvidarse de un amor!