El mismo y triste banco gris La misma plaza, un nuevo adiós Estrena llanto y soledad Y se requiebra en el dolor. Quiere pegarse un tiro en la nariz Para escaparse un rato, Busca fantasmas a su alrededor Para llenar su espacio. Camina sola en ese gris Y recortado atardecer Llueven las hojas, ocre y miel, Todo el otoño está en su ser. Aún siente aquel perfume entre la piel, Se queda sin aliento. En sus mejillas marcas de labial Dejo ese último beso. Sueño gris, Fatalidad de una pasión; Ya no deshoja aquella flor, Y así va... sangrando. Se cae el cielo sobre su verdad Anestesiando risas Su angustia come su felicidad Y el cuento se termina. Cubre de espinas el cristal. Tan fino de su corazón. Siente su miedo florecer Quiere hoy ser niña y no mujer. Se paraliza frente a un porvenir Lleno de incertidumbre Y en el camino que debe empezar Tan solo ve derrumbe. Sueño gris, Fatalidad de una pasión; Ya no deshoja aquella flor, Y así va... sangrando.