Sumergido en redundante obstinación Tu conformismo se disfraza a discreción Te refuguias en cordial normalidad Y ocultas la evidencia de pasividad Tu esencia agonizando Mi libertad No es una mala influencia No voy a jugar a la moral Mi voluntad No es una mala influencia Vender tu conciencia al mejor postor Es una mala influencia Los reproches silenciaron tu razón En un grito consecuente de autocompasión La ignorancia reflejada en tu crueldad En el juicio recurrente de fragilidad Tu esencia agonizando Mi libertad No es una mala influencia No voy a jugar a la moral Mi voluntad No es una mala influencia Vender tu conciencia al mejor postor Es una mala influencia No voy a jugar a tu torcida moral Y a tu hipocresía de conformidad Tu sumisión No es convicción Es un placebo de sutil resignación Mi libertad No es una mala influencia No voy a jugar a la moral Mi voluntad No es una mala influencia Vender tu conciencia al mejor postor Es una mala influencia Es una mala influencia