Sublime añoranza guarda el alma mía Y trae la tristeza en mi soledad Pienso en el futuro ya sin esperanza Porque en la distancia tú me olvidarás Si en tu cabecita llevas todavía Algo de la dicha de nuestro querer Piensa que yo lejos debo sufrir tanto Sin ningún consuelo en mi padecer Porque dejaré de añorarte Siendo tú la dueña de mi corazón Podré sucumbir tal vez Por sentir la ausencia de tu dulce amor Hoy que ya la sombra del martirio invade El triste santuario de mi alma en dolor Surge tu recuerdo como una esperanza Trayéndome el néctar de tu boca en flor Suspirando evoco tantos días felices De dicha infinita que no olvidaré Y en mis noches tristes de nostalgia llenas Por seguir viviendo en ti pensaré Porque dejaré de añorarte Siendo tú la dueña de mi corazón Podré sucumbir tal vez Por sentir la ausencia de tu dulce amor