Para Ana Salvador Noche calma, silenciosa La quietud es casi un sueño Y la diosa de la noche con sus rayos ilumina Con rarísimo esplendor Solo tú duermes y no escuchas A tu canto Revelándole a la luna La historia dolorosa de este amor Luna, manda dos rayos plateados Despertar mi dulce amada Quiero matar mis deseos Sofocarla con mis besos Canto y la mujer que amo tanto No me escucha, está dormida Canto y, tal vez, ni la luna se apiada de mí Pues, al ver que quién la llama soy yo Entre las nubes se escondió ♪ Canto y la mujer que amo tanto No me escucha, está dormida Canto y, tal vez, ni la luna se apiada de mí Pues, al ver que quién la llama soy yo Entre las nubes se escondió