Apareciste mimetizada en la pared Vistiendo tan sensual Consciente tanto de tu encanto Como también de mi debilidad Conduje hasta tu hogar Y sin el tiempo perder Entramos, cerraste la puerta Escondiste la llave Mujer deliciosa y perversa De un hambre insaciable Probaste mi carne Y bebiste de mi sangre Fingiendo inocencia tus ojos café Me han logrado engañar Parte del rito era atarme de manos y pies No me pude negar Ahora comprendo Que mi dolor es tu placer Mi ropa arrancaste Y comenzaste a devorarme Sos tan deliciosa y perversa De un hambre insaciable Probaste mi carne Y bebiste de mi sangre Mujer deliciosa y perversa De un hambre insaciable Probaste mi carne Y bebiste de mi sangre