Peregrinos de la Virgen Correntina Cuando el sol se despereza en la lomada San Luisito anda en el hombro de la gente Caravana de carretas, toldo y llantas La Yasí acollara sombras del estero Y un rosario de fogones florecidos Hay un canto, una oración, después silencio Hasta que nazca más allá la madrugada Mediodía en el Atajo milagroso Una ermita y un torrente legendario Restan sólo seis kilómetros de huella Para llegar con su esperanza a tu santuario Hay revuelo de campanas en el pueblo Y en la fe del peregrino no hay cansancio Porque allí nomás, en su camarín Está la Virgen Correntina de Itatí Porque allí nomás, en su camarín Está la Virgen Correntina de Itatí