Cada día recibo cientos de mensajes de personas de todo el mundo Y después de leerlos, siempre me quedo con una sensación rara Como con un sabor agridulce al ver cómo tanta gente se siente tan perdida Que le confían a un desconocido como yo Todo tipo de experiencias así de duras, íntimas y personales Niños que no aguantan más el acoso que reciben en la escuela Parejas que han roto y no soportan el dolor de vivir sin la persona a la que aman Personas que han perdido a familiares, a seres queridos Familias con problemas económicos Guerreros que luchan todos los días Para no dejar que su enfermedad les gane la batalla En realidad, son muchísimas las razones que pueden hacer Que nos sintamos tan vacíos, tan llenos de nada Que, a veces, optas por creer que dejar de sentir es Precisamente, la solución a todos tus problemas, ¿no? Recuerdo aquella mañana de invierno, hace algunos años Iba unas cinco veces por semana a bucear a pulmón para Pescar y ahorrar el poco dinero que ganaba Y así pder invertirlo en mi sueño, la música Y aunque fingiera delante de los demás Era una de las peores épocas de mi vida Todo lo que podría ir mal, iba peor Y la depresión me hundía cada día más Ahora imaginaros que entre tu abrumador caos Tanto sufrimiento y tanta oscuridad Se os abre un halo de luces sobre vosotros que parece ser la solución a todo Y en una de esas inmersiones, esperando en el fondo Observé toda aquella magestuosa masa de agua encima de mí Atravesada por los primeros rayos de sol E hipnotizado por ese mágico silencio, casi ensordecedor Decidí no subir y me quedé en el fondo, ahogándome Aceptando que iba a morir sin ningún tipo de miedo Comenzaron a darme las típicas contracciones Avisándome de que me quedaba poco tiempo Pero cuando creía estar al límite Como si de un cuerpo por control remoto se tratara Mis piernas comenzaron a aletear y aletear hacia arriba, automáticamente Comencé a escuchar una especie de zumbido dentro de mi cabeza Y la imagen de la superficie se me iba desvaneciendo Fundiéndose con un blanco infinito y, de repente No vi la luz al final del túnel, ni hablé con ningún Dios Tampoco vi a mi abuelita saludándome desde el otro extremo No se me pasó la vida ante mis ojos Ni pude ver mi propio cuerpo levitando fuera de él Pero, de alguna manera En apenas unos segundos mi vida cambió por completo Y me di cuenta de lo extremadamente frágiles que somos No deberíamos tomar decisiones pemanentes Basadas en emociones temporales Este mundo es una maldita jungla y es una puta mierda Pero es nuestra mierda Y en esta vida, creo firmemente que casi todo es cuestión de actitud Y que las cosas nos afectan en la medida que nosotros dejamos que nos afecten No se trata de lo que ocurre, si no de cómo lo afrontas Y en el momento en el que entendí eso Comencé a ver los problemas desde un punto de vista Que te permite seguir nadando, en lugar de quedarte en el fondo