Cuando Sulema camina, El polvo de sus sandalias Levanta el siroco isleño Desde su casa a mi casa, Desde su alma a mi alma. Es la nube volandera Que llega hasta las Canarias, Es la triste mensajera Del destierro que la embarga, Es la triste mensajera De las penas de su alma. En el cielo la Luna Enamora una estrella, Sueña, Sulema, sueña, Que aquella luna que besa su cara Besa la tierra donde naciera. Cuando Sulema amasa el pan, Va floreciendo la libertad, Cuando Sulema baila al compás, Sale la Luna en el Sáhara, Cuando Sulema riega el plantal, Va floreciendo la libertad, Cuando Sulema sueña en la paz, Sale la Luna en el Sáhara. Sulema vive en Tinduf, A la sombra de una jaima, Tiene la piel de aceituna Y los ojos de melaza, Tiene la piel de aceituna De las mujeres del Sáhara. Sulema reza en las noches Y espera en las madrugadas A que venga su querer Que se enamoró del alba, A que venga su querer, La llama de su esperanza. En el cielo la Luna Enamora una estrella, Sueña, Sulema, sueña, Que aquella luna que besa su cara Besa la tierra donde naciera