La luz del amanecer Se desliza como una ola... Entre sombras nadie ve Lo que mira María Rosa: En sus ojos de mujer Hizo cántaros la noche Con estrellas para ver Los caminos que se esconden. Ella dijo: "yo soñé Con un campo de frijoles"... Le dijeron que su fe Eran cuentos, no razones. Y cuando empezó a llover Sobre el campo sin un brote, Fue una lápida en el viento El silencio de los hombres. Era invisible Hoja del aire, Plantó en la tierra Su corazón. Ahora los campos Llevan su huella Hija del hambre Hija del adiós. Ojos de bronce, Piel de madera, Pies de horizonte, Canto en la voz: Era invisible Pero era eterna, Como los pájaros, Como el amor. María Rosa se inclinó Con sus manos lavanderas Y se hizo rayo de sol Sobre el lomo de las eras. Soledad la acompañó, Miseria le dio la fuerza, Esperanza le creyó Y Angustia lloró con ella. Ahora que huele a verde, A vainas por cosechar, La luz del amanecer No abandona el frijolar, Y ya todos en el pueblo Solo hablan de una cosa: Cuentan más que mil razones Los cuentos de María Rosa. Era invisible Hoja del aire, Plantó en la tierra Su corazón. Los frijolares Llevan su huella Hija del hambre, Hija del adiós. Ojos de bronce, Piel de madera, Pies de horizonte, Canto en la voz. Era invisible Pero era eterna, Como los pájaros, Como el amor.