La niña de madera no llegó caminando Allí de pronto estuvo sentada en los ladrillos Viejas flores del mar cubrían su cabeza Su mirada tenía tristeza de raíces Allí quedo mirando nuestras vidas abiertas El ir y ser y andar y volver por la tierra El día despidiendo sus pétalos graduales Vigilaba sin vernos la niña de madera La niña coronada con las antiguas olas Allí miraba con sus ojos derrotados Sabía que vivimos en una red remota De tiempo agua y olas y sonidos y lluvia Sin saber si existimos o si somos su sueño Esta es la historia de la muchacha de madera