El silencio Como un enjambre Me revolotea en la cabeza Las ganas voraces, sus lenguas gélidas El sol invicto se anuncia en la ventana Y yo con las manos embriagadas Me empapo con tu olor a cera Aún con los ojos cerrados Voy saboreando el manjar cuya rúbrica son tus lunares Y con denuedos me arrastro como una oruga En la rama que es tu pierna izquierda Veo a tu labio inferior jugando el papel de prisionero de tus dientes Y a una sonrisa leve asomándose sin intenciones de liberarlo Basta que abras la boca o alguno de los ojos para que se te escape Toda aún siendo poca Toda Completa La luz