Todo el campo me sonrió cuando entendí mejor Que el rumbo que ya ando es el que debía No hay nada detrás por temer hoy Sólo el viento me entendió cuando vagué sin dirección No siendo de aquí, ni de otro lado Nací aquí, pero moriré andando Rompe a cantar el volcán en lo alto, hace al cielo sonrojar Llueven los besos que nunca llegaron a estremecer al manto estelar Cuentan las aves que el cielo clareando suele decir la verdad Estando asustado y sentarse a mirarlo, sería el consejo de un sabio chamán